sintomática

julio 24, 2009

No me lo fumo

Ni yo lo puedo creer, pero lo hice. No fumo más.
No dejo de hablar de ello, sino con gente, en mi cabeza. O en realidad no, pero cuando hablo de eso me parece que lo hago todo el tiempo. Necesito hablarlo, no soy de esos ex fumadores que dan vuelta la página sin más. Necesito masticarlo. Imagino es parte de mi síndrome de abstinencia. Cierto es que me resultó más facil de lo que creía. Todavía estoy en la etapa donde no me dan asco los fumadores, los observo muy interesada y los entiendo, entiendo aún a los fumadores que disfrutan de su vicio. Y no precisamente me dan ganas de fumar en esos momentos. Repito, no es como me lo imaginaba y no es como otras veces que dejé. Si bien lo hice como quien no quiere la cosa, el momento digo, porque hay UN momento de decisión, traté de minimizarlo y no le di importancia, me subí a caballo de una tos que me agarró. Después me di cuenta que tenía que hacerme cargo de que hacía dos días que no fumaba y decidí cambiar el estoy viendo qué onda por el dejé de fumar. Creo que recién ahí empecé a sentir la ansiedad. Y tuve unos días de tristeza profunda y de extrañeza, el tiempo pasó de manera distinta. En mi caso la cuestión es puramente oral. (la causa es emocional, claro). Pero sucede que también empiezo a sentir los beneficios de no hacerlo más. Respiro mas largo en yoga, el hilo dental pasa distinto, me sorprendo con los olores y los gustos y me siento mas abierta, más receptiva. Tengo una sensación de novedad, de desconocido, de vértigo, tengo otras de ansiedad, de necesitar meterme algo en la boca, de vacío. Pero ya que este es un año raro a más no poder, por la coyuntura y por los 40, es el momento justo para tirarme por este tobogán.
posted by trixy, 7:29 p. m. |




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