sintomática

Bueno... parece que el camino del samurai viene bastante callado. .. sshhhhhhhh...

me encanta secreto y malibú esta noche es mía tuve una revelación no me voy a enamorar me tengo que preservar principalmente de mí misma acabo de empezar el camino del samurai

No sé por qué los viajes me ponen así. No cualquier viaje, claro está. Pero es suficiente con que me suba, por ejemplo a la lancha colectiva en Tigre y arranque para que me embargue esa sensación de completa consciencia de mí misma, placer y bienestar. De ser libre y completamente dueña de mi vida.
El Tigre es raro, si te lo ponés a pensar. Es toda otra manera. Llegar y caminar isla adentro, por senderitos y puentes, rodeados de árboles, arbustos y plantas de los verdes más brillantes y diversos funciona como la bienvenida perfecta que te va haciendo bajar de revoluciones. Luego una charla eterna bajo los árboles tirada en la hamaca paraguaya, un asado, la sobremesa trasladada al muelle y finalmente la tormenta hicieron que mi paso por el Tigre fuera pleno e intenso. El silencio de la noche está plagado de sonidos. Todo es agradablemente húmedo. Al día siguiente me fui con la firme convicción de disfrutar más seguido de tan agradables sensaciones.
Cada vez soy más consciente de mis maneras y manejos, algo no tan sencillo de digerir y que me deja desnuda frente a la elección de qué cosas quiero cambiar y cuáles no.